El duelo es un proceso psicológico por el cual atraviesa la persona que vive una pérdida de algo que es importante para ella. Hay diferentes situaciones en las que se viven pérdidas, tales como la ruptura de una relación de pareja, el fallecimiento de un ser querido, mudarse de ciudad o casa, cambiar de carrera, trabajo o situación económica, la falta de salud o una situación deseada que ya no es posible mantener.

¿Cómo trabajamos el duelo en Las Hormigas?

En terapia, cuando una persona trae una situación de duelo, lo primero es reconocer la situación vivida. Se acepta que se perdió algo importante. En este momento, es probable que la persona empiece a experimentar tristeza, congoja o añoranza, lo cual lo hace sentir vulnerable. Se acompaña al usuario con lo que siente y se le brindan estrategias para que pueda expresarse de manera sana.

Cada persona pasa por el duelo de manera distinta y su duración varía. Cuando se trata de pérdidas de seres queridos muy cercanos, es probable que no deje de doler durante el resto de la vida, sin embargo, la terapia ayuda a que este dolor se convierta en una tristeza moderada y sana.

Se orienta a la persona que necesita soltar la relación con su ser querido, porque eso es lo que ya no está presente. Al principio, suele haber resistencia porque usualmente se piensa que soltar implica olvidarse a la persona, cuando en realidad, se trata de reconocer que vive en tu corazón con el amor que sientes por ella.  Contactar con este amor, te permite vivir el dolor y abre la puerta a agradecerle todo lo que brindó, y de esta manera, honrarle.

“La terapia me ha ayudado a entender que si las cosas ya no funcionan hay que soltar y que tengo que trabajar en mi amor propio y que el valor que yo me dé es lo más importante. Para soltar solo tuve que aceptar lo bueno, lo malo y agradecer por todo”.

Usuaria del Programa Terapéutico Historias de Sol y Arena. 

Artículo elaborado por: Lic. Joshua Rodríguez, Terapeuta de Las Hormigas Comunidad en Desarrollo.