Sonrisas en el Desierto -La Historia de Omar

Sonrisas en el Desierto -La Historia de Omar

Cuando al hijo de Moisés Bravo, le detectaron un trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), se vio perdido, sin saber que hacer, sin embargo, la maestra de su hijo le recomendó que lo llevara a Las Hormigas, ahí fue cuando la vida de Omar Bravo de siete años cambio.

Omar Bravo de siete años

“Yo conocí a Las Hormigas porque en el kínder de mi hijo Omar detectaron que era muy inquieto, pero en realidad presentaba Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), la maestra me sugirió que lo llevara a Las Hormigas porque ahí había personas especializadas en el trabajo con niñas y niños que presentan diferentes capacidades.

Mi hijo tiene dos años asistiendo al centro y bueno, él ha cambiado mucho, de Las Hormigas se sugirió que le realizaran un diagnóstico al niño con el pediatra, ya que, con los resultados de las valoraciones de la psicóloga de Las Hormigas, se dieron cuenta, que necesitaba tratamiento. Gracias a eso y a la atención que recibe en Las Hormigas ha cambiado su forma de expresarse, su conducta y presta más atención, a mi hijo le gusta mucho ir a Las Hormigas.

Actualmente mi hijo cursa el primer año de primaria, y ahí también sugirieron que lo llevara a Las Hormigas, ahora todas las escuelas de preescolar, primaria y secundaria de Anapra canalizan a sus alumnos a Las Hormigas y las Guías y las Terapeutas se mantienen en comunicación con las y los docentes y viceversa, para ver como se desarrolla la niña o el niño.

Mi hijo asiste a Las Hormigas dos días a la semana, de 8:30 am a 12:30 pm, en la primaria solo me lo están aceptando dos horas de clase debido a que no pueden prestarle la atención que el necesita por la cantidad de alumnos que hay en un salón.

Si mi hijo no hubiera llegado a las Hormigas lo más drástico es que ya me lo hubieran rechazado de la escuela, me dijeron que no lo podían tener porque golpeaba a las niñas, brincaba en las mesas, no ponía nada de atención, gracias a Dios esta este lugar.

De mi parte, estoy llevando un proceso psicoterapéutico y asisto sin falta a los talleres de desarrollo humano que se imparten mensualmente, todo esto me ha ayudado mucho emocionalmente y en lo familiar, pues todo lo que aprendo lo trato de llevar a cabo, esto nos enlazo más, tenemos buena comunicación y vemos que el niño también está feliz.

La atención que brindan en Las Hormigas me parece muy buena, la tenemos cerca y ha ayudado mucho a la comunidad de Anapra.»

Las Hormigas seguimos trabajando con paso firme para que, así como Omar más niñas y niños logren superar obstáculos, desarrollen sus capacidades de manera plena, convivan en armonía con los demás y puedan resolver sus problemas de manera pacífica.

Te invitamos a que formes parte de La Red de Hormigas, difundiendo nuestra labor, apoyándonos con actividades de voluntariado, o con tu donativo, para que juntos, lentamente como las hormigas logremos transformar la realidad de la comunidad de Anapra y de la zona norponiente de Ciudad Juárez.

Apoyando el futuro de las niñas y los niños con la psicoeducación.

Apoyando el futuro de las niñas y los niños con la psicoeducación.

La zona norponiente de Ciudad Juárez esta conformada por las colonias: Puerto Anapra, La Conquista y Lomas de Poleo; las cuales presentan serios problemas sociales que afectan a la comunidad de raíz, entre ellos la desigual distribución de la riqueza, la deficiente oferta educativa, el analfabetismo, la falta de acceso a centros de bienestar psicoemocional y la violencia hacia las mujeres, niñas y niños.

Estas condiciones afectan directamente el desarrollo de las niñas y los niños, principalmente en su aprendizaje y forma de relacionarse con los demás. El aprendizaje es un proceso complejo de pensamiento y comportamiento. Para que una persona tenga éxito se requiere la intervención de diferentes factores, entre ellos están las experiencias que aporta el contexto donde nos desarrollamos. Cuando el lugar donde vivimos no brinda organización para el estudio, seguridad, paz y/o tranquilidad; nuestra actitud, motivación, voluntad, organización y la forma de relacionarnos con las personas puede verse afectada, (García et, al, 1999).

¿Cómo se trabaja en Las Hormigas con una niña o un niño que presenta dificultades de aprendizaje o de conducta?

Por esta razón en Las Hormigas trabajamos para fortalecer el aprendizaje escolar, las habilidades sociales y emocionales de niñas y niños de tres años y medio a doce años que presentan dificultades de conducta y/o aprendizaje, brindándoles un acompañamiento en un ambiente preparado, donde se atienden las competencias emocionales e intelectuales, además de brindar apoyo social y emocional a través de las interacciones con sus pares y Guías Educativas, fortaleciendo su sentido de pertenecía y autoestima. También se hace partícipe a las madres, padres y/o tutores para trabajar en su salud emocional y dotar de herramientas para acompañar el proceso de la niña o niño que tienen a su cargo, con el fin de prevenir la futura deserción y el rezago escolar.

Dylan, de 5 años, practica los sonidos de los animales cómo parte de su terapia de lenguaje.

Un gran ejemplo de lo que se ha logrado con el trabajo de Las Hormigas es la historia de Dylan Manuel Baca de 5 años;

“Dylan tiene 2 años asistiendo a Las Hormigas, las mejoras que ha tenido son que es menos tímido, aprendió a expresarse mejor, a compartir y en lenguaje pronuncia mejor las palabras, ya escribe su nombre y algunas silabas, mejoró mucho.

Dylan no hablaba bien, no se desenvolvía, no compartía, no sabia escribir, no hacia muchas cosas las cuales hoy hace, estoy sorprendida con los cambios de Dylan, solo me queda dar las gracias por tan excelente trabajo.” 

 Nancy de La Rosa mamá de Dylan.

En Las Hormigas seguimos trabajando para ayudar a más niñas y niños como Dylan, y para que paso a paso logremos cambiar el contexto de violencia de nuestra comunidad, afrontándolo con la psicoeducación y la psicoterapia.

Asimilando el duelo en terapia.

Asimilando el duelo en terapia.

El duelo es un proceso psicológico por el cual atraviesa la persona que vive una pérdida de algo que es importante para ella. Hay diferentes situaciones en las que se viven pérdidas, tales como la ruptura de una relación de pareja, el fallecimiento de un ser querido, mudarse de ciudad o casa, cambiar de carrera, trabajo o situación económica, la falta de salud o una situación deseada que ya no es posible mantener.

¿Cómo trabajamos el duelo en Las Hormigas?

En terapia, cuando una persona trae una situación de duelo, lo primero es reconocer la situación vivida. Se acepta que se perdió algo importante. En este momento, es probable que la persona empiece a experimentar tristeza, congoja o añoranza, lo cual lo hace sentir vulnerable. Se acompaña al usuario con lo que siente y se le brindan estrategias para que pueda expresarse de manera sana.

Cada persona pasa por el duelo de manera distinta y su duración varía. Cuando se trata de pérdidas de seres queridos muy cercanos, es probable que no deje de doler durante el resto de la vida, sin embargo, la terapia ayuda a que este dolor se convierta en una tristeza moderada y sana.

Se orienta a la persona que necesita soltar la relación con su ser querido, porque eso es lo que ya no está presente. Al principio, suele haber resistencia porque usualmente se piensa que soltar implica olvidarse a la persona, cuando en realidad, se trata de reconocer que vive en tu corazón con el amor que sientes por ella.  Contactar con este amor, te permite vivir el dolor y abre la puerta a agradecerle todo lo que brindó, y de esta manera, honrarle.

“La terapia me ha ayudado a entender que si las cosas ya no funcionan hay que soltar y que tengo que trabajar en mi amor propio y que el valor que yo me dé es lo más importante. Para soltar solo tuve que aceptar lo bueno, lo malo y agradecer por todo”.

Usuaria del Programa Terapéutico Historias de Sol y Arena. 

Artículo elaborado por: Lic. Joshua Rodríguez, Terapeuta de Las Hormigas Comunidad en Desarrollo.

Enfrentando la vida por medio de terapias

Enfrentando la vida por medio de terapias

En Anapra, la vida está marcada por un entorno difícil, debido a la marginación y los altos niveles de violencia presentes en la zona. Frente a esta realidad, madres, padres, jóvenes y muchas personas encuentran difícil vislumbrar un futuro diferente. 

Ante el contexto, el acompañamiento psico-emocional se ha vuelto una herramienta indispensable para ayudar a las personas a revisar las situaciones que les  causan sufrimiento, evaluar patrones dañinos y lograr cambios que los  lleven a una vida más armónica y feliz.

En Las Hormigas  contamos con un programa terapéutico diseñado para acompañar a cada persona a lograr su desarrollo humano pleno y brindarles las herramientas necesarias para afrontar los retos de la vida cotidiana.

A través del  programa terapéutico brindamos terapias individuales, familiares, de pareja, y talleres de desarrollo humano por medio de los cuales buscamos que nuestros usuarios:

  • reconozcan y acepten sus vivencias infantiles
  • muestren autonomía emocional
  • ocupen su lugar en el sistema familiar
  • resuelvan sus duelos
  • mantengan acciones de autocuidado

No hay mejor manera de sentir el beneficio que genera la terapia que conocer la experiencia de una de las mamás que ha participado. Jessica Gámez tiene 28 años y recientemente nos comentó: 

“Tengo cuatro meses tomando terapia. Me ha servido mucho para poder trabajar mi proceso de divorcio, mi persona. Me he sentido cada día mejor por tener a alguien que me escucha y me comprende. He sentido que puedo lograr todo lo que me proponga, he retomado sueños que había olvidado.

 

Gracias a la terapeuta he podido avanzar de una manera sana, mis hijos han tenido cambios positivos en su persona, aunque son pequeños están avanzando en la escuela, en cada y en sus rutinas.”

 

Esta es solo una de las muchas historias de transformación que facilitamos día tras día desde el programa terapéutico. En palabras de Aracely Uranga, una de las terapeutas que recientemente se integró al equipo:

“Tengo la fortuna de colaborar en Las hormigas desde hace más de un año y acompañar los procesos de tantas personas, que de no tener este espacio sería casi imposible que recibieron el  servicio de psicoterapia. 

Quienes se dan la oportunidad de invertir un tiempo cada semana o cada quince días para revisar el corazón experimentan grandes cambios en su vida. Agradezco la oportunidad de poder estar aportando bienestar desde el Hormiguero a las familias de Anapra.  

Es un don y también un reto poder acompañar estos procesos.  El rostro de cada persona que se acerca a pedir apoyo me compromete a ser mejor persona y a estar en continua formación para responder a las necesidades tan complejas que se presentan día con día.

Creo firmemente que la psicoterapia es un componente indispensable para seguir creciendo juntas-juntos de manera personal, pero también en la conciencia colectiva y dar el salto en la evolución que nos exige este tiempo excepcional en el que vivimos hoy.” 

Si alguna vez te has preguntado qué impacto genera Las Hormigas en la comunidad, la respuesta está clara: estamos brindando los espacios y las herramientas para que más personas puedan enfrentar la vida y vivir en armonía consigo mismos y con los demás.