Asimilando el duelo en terapia.

Asimilando el duelo en terapia.

El duelo es un proceso psicológico por el cual atraviesa la persona que vive una pérdida de algo que es importante para ella. Hay diferentes situaciones en las que se viven pérdidas, tales como la ruptura de una relación de pareja, el fallecimiento de un ser querido, mudarse de ciudad o casa, cambiar de carrera, trabajo o situación económica, la falta de salud o una situación deseada que ya no es posible mantener.

¿Cómo trabajamos el duelo en Las Hormigas?

En terapia, cuando una persona trae una situación de duelo, lo primero es reconocer la situación vivida. Se acepta que se perdió algo importante. En este momento, es probable que la persona empiece a experimentar tristeza, congoja o añoranza, lo cual lo hace sentir vulnerable. Se acompaña al usuario con lo que siente y se le brindan estrategias para que pueda expresarse de manera sana.

Cada persona pasa por el duelo de manera distinta y su duración varía. Cuando se trata de pérdidas de seres queridos muy cercanos, es probable que no deje de doler durante el resto de la vida, sin embargo, la terapia ayuda a que este dolor se convierta en una tristeza moderada y sana.

Se orienta a la persona que necesita soltar la relación con su ser querido, porque eso es lo que ya no está presente. Al principio, suele haber resistencia porque usualmente se piensa que soltar implica olvidarse a la persona, cuando en realidad, se trata de reconocer que vive en tu corazón con el amor que sientes por ella.  Contactar con este amor, te permite vivir el dolor y abre la puerta a agradecerle todo lo que brindó, y de esta manera, honrarle.

“La terapia me ha ayudado a entender que si las cosas ya no funcionan hay que soltar y que tengo que trabajar en mi amor propio y que el valor que yo me dé es lo más importante. Para soltar solo tuve que aceptar lo bueno, lo malo y agradecer por todo”.

Usuaria del Programa Terapéutico Historias de Sol y Arena. 

Artículo elaborado por: Lic. Joshua Rodríguez, Terapeuta de Las Hormigas Comunidad en Desarrollo.

Enfrentando la vida por medio de terapias

Enfrentando la vida por medio de terapias

En Anapra, la vida está marcada por un entorno difícil, debido a la marginación y los altos niveles de violencia presentes en la zona. Frente a esta realidad, madres, padres, jóvenes y muchas personas encuentran difícil vislumbrar un futuro diferente. 

Ante el contexto, el acompañamiento psico-emocional se ha vuelto una herramienta indispensable para ayudar a las personas a revisar las situaciones que les  causan sufrimiento, evaluar patrones dañinos y lograr cambios que los  lleven a una vida más armónica y feliz.

En Las Hormigas  contamos con un programa terapéutico diseñado para acompañar a cada persona a lograr su desarrollo humano pleno y brindarles las herramientas necesarias para afrontar los retos de la vida cotidiana.

A través del  programa terapéutico brindamos terapias individuales, familiares, de pareja, y talleres de desarrollo humano por medio de los cuales buscamos que nuestros usuarios:

  • reconozcan y acepten sus vivencias infantiles
  • muestren autonomía emocional
  • ocupen su lugar en el sistema familiar
  • resuelvan sus duelos
  • mantengan acciones de autocuidado

No hay mejor manera de sentir el beneficio que genera la terapia que conocer la experiencia de una de las mamás que ha participado. Jessica Gámez tiene 28 años y recientemente nos comentó: 

“Tengo cuatro meses tomando terapia. Me ha servido mucho para poder trabajar mi proceso de divorcio, mi persona. Me he sentido cada día mejor por tener a alguien que me escucha y me comprende. He sentido que puedo lograr todo lo que me proponga, he retomado sueños que había olvidado.

 

Gracias a la terapeuta he podido avanzar de una manera sana, mis hijos han tenido cambios positivos en su persona, aunque son pequeños están avanzando en la escuela, en cada y en sus rutinas.”

 

Esta es solo una de las muchas historias de transformación que facilitamos día tras día desde el programa terapéutico. En palabras de Aracely Uranga, una de las terapeutas que recientemente se integró al equipo:

“Tengo la fortuna de colaborar en Las hormigas desde hace más de un año y acompañar los procesos de tantas personas, que de no tener este espacio sería casi imposible que recibieron el  servicio de psicoterapia. 

Quienes se dan la oportunidad de invertir un tiempo cada semana o cada quince días para revisar el corazón experimentan grandes cambios en su vida. Agradezco la oportunidad de poder estar aportando bienestar desde el Hormiguero a las familias de Anapra.  

Es un don y también un reto poder acompañar estos procesos.  El rostro de cada persona que se acerca a pedir apoyo me compromete a ser mejor persona y a estar en continua formación para responder a las necesidades tan complejas que se presentan día con día.

Creo firmemente que la psicoterapia es un componente indispensable para seguir creciendo juntas-juntos de manera personal, pero también en la conciencia colectiva y dar el salto en la evolución que nos exige este tiempo excepcional en el que vivimos hoy.” 

Si alguna vez te has preguntado qué impacto genera Las Hormigas en la comunidad, la respuesta está clara: estamos brindando los espacios y las herramientas para que más personas puedan enfrentar la vida y vivir en armonía consigo mismos y con los demás.